miércoles, 1 de febrero de 2017

EL INVIERNO, tiempo de calentar y remineralizar.



No me digáis que no os parece un poco raro  cuando veis a gente comiendo helados en invierno, también lo es que habiendo bajas temperaturas  haya quien sigue comiendo ensaladas como plato principal "en el pan nuestro de cada día" o tomando un montón de piezas de fruta que además a veces son tropicales. Si!.. las frutas enfrían y más si son crudas o en forma de zumo o peor todavía tropicales. 

Aunque no es de extrañar quien tenga esta a veces inconsciente forma de alimentarse  si en casa tenemos la calefacción a 27º. Luego es normal que tengamos esa incapacidad de adaptarnos a la estación dominante. Y claro luego llegan los catarros, las gripes brutales que normalizamos como si tenerlas fuera lo más normal del mundo, "porque otra vez hay epidemia": se suele decir. Una lastima que no atemos cabos para entender que probablemente nuestra alimentación no ha sido la apropiada.

El invierno es el momento de tomar alimentos calientes, de fortalecer nuestros riñones, de remineralizarnos y seguir nutriendonos que es lo que comenzamos a hacer en otoño. De esta manera nuestra vitalidad y sistema inmune "bailaran a nuestro son" para realizar todos nuestros proyectos y metas. Nos sentiremos a gusto, adaptables y sobre todo con seguridad.



Para ello tenemos que contar en nuestra dieta de invierno con las legumbres especialmente las azukis, la soja negra y las alubias (curiosamente tienen forma de riñón), con cereales que calientan como el trigo sarraceno, el arroz de grano corto y el mijo. En cuanto a las verduras haremos más énfasis en las verduras de raíz: zanahorias, chirivías, raíz de apio, nabos, etc... y en las pertenecientes a la familia de las cruciferas: berza, coliflor, coles de bruselas, kale, lombardas, etc. Las algas tendrán un papel fundamental a la hora de aportarnos minerales: especialmente kombu, espagueti de mar y arame. Las frutas mejor las tomaremos cocinadas y para los postres también podemos usar frutas secas o verduras.

A nuestros riñones, lease  vejiga y órganos sexuales no les gusta los alimentos fríos: el exceso de ensaladas, frutas, zumos, bebidas azucaradas, solanáceas: pimientos, tomates, berenjenas o patatas...que casualidad hortalizas de verano! verduras muy expansivas y frías como las espinacas, cardo, alcachofas, champiñones por lo menos en gran cantidad. Así mismo, mejor evitar los congelados los cuales aunque luego cocinados siguen reportando una energía de frío a nuestro organismo, además de no aportar el más mínimo KI (energía vital).


Por otro lado, es recomendable llevar bien abrigados los "riñoncicos", para ellos os recomiendo un haramaki. ¿Que que es el queeeee?... haramaki, una faja de algodón con un poco de elástico, apretada pero cómoda de llevar que nos asegura mantener nuestra energía y calor sin que se escape por una de las puertas de entrada y salida de nuestra vitalidad y temperatura corporal...otra vez los riñones.
Bueno, una camiseta larga, calida y ceñida también puede hacer el apaño.

Si el corazón es el órgano rey, los riñones son el primer ministro...vamos quienes mandan en realidad. Estos son nuestras baterías, si estas no funcionan no "power".

Y para reservar nuestras pertrechas baterías, no trasnochar o trabajar en exceso sería lo ideal.  También se veran afectados si estas habitualmente viajando en avión o si tienes excesiva o carente actividad sexual.


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